Para ejemplos, tomamos el verso 1 del Canto 1 y nos situamos en la mitad del camino de la vida.

El sentido literal es lo que está escrito: un camino es un camino.

La interpretación alegórica es la conocida "metáfora": un camino puede significar un proyecto o la vida. 

El aspecto moral es la pregunta: ¿de qué me sirve a mí, qué hago después de ésto? Mi vida también es un camino, ¿hacía dónde se dirige? ¿en qué punto estoy?

El último sentido lo llama anagógico, superior al sentido: es espiritual. El camino es el de la salvación y lleva a Dios.

Todo esto es muy claro en el Infierno, canto I. Pero, ¡un momento, no cantemos victoria todavía! Es verdad que es algo relativamente fácil o se entiende bastante al pensar en el camino, la montaña, el sol, la salida, las fieras y demás, pero también es cierto que presenta sus grandes dolores de cabeza e interminables discusiones todavía hoy...

En fin, Dante propone siempre empezar por lo más simple para después avanzar sobre el resto. La interpretación literal abarca a todos los demás sentidos; y para comprender cualquier cosa, hay que comenzar por el exterior y la primera impresión primera (sensible), para luego seguir con todo lo demás.